Organized by / Organizado por:
TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary
Date / Fecha:
May 11 – August 22, 2021
Place / Lugar:
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Collaboration Role / Rol de colaboración :
Media Communications Specialist
More info / mas información:
www.tba21.org
www.museothyssen.org
We think we know what the Ocean is, how it looks like, even how it feels. But, actually, we only know the surface or the images that were made for our eyes. How does a turtle perceive a coral? Or a whale? Or is a star fish really a fish? And the corals? Are they aware of their own colours? Claudia Comte has invested years in understanding forms, but also, the contexts that made these forms possible. Her interest in wood, or in marble, or in the digital, should be read as an interest in knowing more about the life of trees, the memory that a beautiful material keeps of the Ocean and the human obsession with replicating life and intelligence. Replicating life? Yes, we too often talk and praise the wonders of artificial intelligence while we destroy the living intelligence of the Ocean, while we allow the coral reefs to bleach and to dye. Falling in love with a form implies the study of how this form emerged. In her contact with TBA21 Academy and through their passion and research about the Oceans, Claudia understood corals are complex beings that play a key role in the production of Earth’s oxygen. Corals are communities of animals and plants living in a productive coexistence. But they are as intriguing and beautiful than vulnerable. And their extinction has a deep impact on life in our planet. And so, a question emerged: can we help to regenerate the corals? Do the trees on the coast know about the problem? Is the reconstruction of the coral forms enough to serve as a new starting ground of the coral reef’s regeneration?
The exhibition revolves around this idea, the possibility of understanding and regenerating the corals. Divided into two spaces: the day and the night, each environment refers to a moment in this process of research and coming to terms with Ocean’s life. The day space shows corals made of woods. The woods of the trees of the Island of Jamaica where Claudia Comte spent time of residency and study of the reefs. The second space –the night—refers to the darkness of the Ocean depths. A mural painting guides us through this universe of forms that is, as well, a universe of a life we know too little. Graphics, forms, technology, materials…
The work composes an immersive installation in which we can reflect and meditate and come closer to the coral mind.
– Chus Martínez, Curator
Creemos que sabemos qué es el océano, qué aspecto tiene, qué sensaciones transmite. Pero, en realidad, solo conocemos la superficie o las imágenes que nos permiten ver. ¿Cómo percibe una tortuga un coral? ¿O una ballena? ¿Es una estrella de mar realmente un pez? ¿Y los corales? ¿Son conscientes de sus propios colores? Claudia Comte lleva años intentando comprender esas formas, pero también los contextos que las hacen posibles. Su interés por la madera, por el mármol o por lo digital debe entenderse como un interés por profundizar en el conocimiento de la vida de los árboles, el recuerdo que conserva del océano un material hermoso y la obsesión de los humanos por replicar la vida y la inteligencia. ¿Replicar la vida? Sí, con demasiada frecuencia hablamos de las maravillas de la inteligencia artificial y las elogiamos, pero seguimos destruyendo la inteligencia viva del océano y permitimos que los arrecifes de coral pierdan sus colores y se manchen. El amor por una forma conlleva el estudio del origen de esa forma. Gracias a su colaboración con TBA21 Academy, a sus investigaciones y a su pasión por los océanos, Claudia ha comprendido que los corales son seres complejos que desempeñan un papel fundamental en la producción del oxígeno de la Tierra. Los corales forman comunidades de animales y de plantas que viven en una coexistencia productiva. Pero son tan hermosos y fascinantes como vulnerables. Y su extinción puede ejercer un profundo impacto sobre la vida en nuestro planeta. Por consiguiente, se nos plantean algunas preguntas: ¿podemos ayudar a regenerar los corales? ¿Son conscientes de este problema los árboles de las costas? ¿Es suficiente la reconstrucción de las formas de coral para establecer un punto de partida que favorezca la regeneración del arrecife de coral?
La exposición gira en torno a esta idea, la posibilidad de comprensión y de regeneración de los corales. Está dividida en dos espacios: el día y la noche, y cada entorno hace referencia a un momento de este proceso de investigación y reconciliación con la vida del océano. En el espacio correspondiente al día se muestran corales confeccionados con madera procedente de los árboles de la isla de Jamaica, donde Claudia Comte realizó una residencia y se dedicó al estudio de los corales. El segundo espacio, el de la noche, hace referencia a la oscuridad de las profundidades del océano. Una pintura mural nos guía a través de este universo de formas que es, además, el universo de una vida que apenas conocemos. Gráficos, formas, tecnología, materiales… la obra conforma una instalación inmersiva que favorece la reflexión y la meditación, y nos permite acercarnos a la mente del coral.
– Chus Martínez, comisaria